viernes, octubre 08, 2010

Zordo 16


Editorial:
Expropiaciones y apropiadores
No dan puntada sin hilo. Trabajo esclavo en talleres clandestinos
Por Remolinovencedor
La otra colombianización: el biombo de la guerrilla
Por Alen Delonce
Salud mental en Bs As: ¿Cosa de locos?
Por Héroe de Nadie
Flores rojas sobre la tumba de Bensaid
Por Yo el supremo
Sector 9: una película otra. Extraterrestres, transas y desalojo
Por El Sancho Peuchele
Los Juanito Laguna. Crónica desde Rosario de la Frontera
Por Claudio Pérez
Creemos en el cambio de consciencia de los pueblos. Entrevista a TTM
Por Cráneo Candente

jueves, octubre 07, 2010

Editorial 16

Expropiaciones y apropiadores

Desde el 2001 la recuperación de fábricas por parte de los trabajadores es un proceso en expansión. Y esto se debe, entre otras razones, a que las patronales siguen vaciando y dejando en la calle a los obreros ante un desbarajuste económico, a que los trabajadores se han unido para dar lucha y, debido también, a que el control y la gestión obrera han demostrado ser productivas y eficientes.


Sólo para mencionar algunos ejemplos de lucha y organización de los trabajadores se pueden hablar de Fasinpat (ex Zanón), Chilavert Artes Gráficas, Bauen Hotel, Brukman, etc. En estos casos, como en otros, las empresas son administradas por los propios trabajadores, las ganancias se reparten preponderantemente en forma equitativa, se mantienen orgánicamente a través de asambleas en las que se deciden los pasos a seguir y funcionan sin patrón.

En otra ramificación de empresas recuperadas se encuentran aquellas que no mantienen la gestión administrativa en manos de los trabajadores. Se encuentran intervenidas por la justicia, mantenidas en un vacío legal o directamente están bajo la injerencia del gobierno nacional: algunos casos son Papelera Massuh, Coop. Los Constituyentes, Coventry, Papelera Platense, etc.

En los últimos días se realizó un referéndum en Cutral Có (Neuquén) para decidir sobre la expropiación de Cerámicas Stefani. La victoria fue para el Sí a la expropiación: 5000 votos a 46. Sin embargo, la expropiación no se realizará porque la justicia exigía que se llegase al 50% + 1 del padrón electoral. Insólito artilugio, al actual intendente de Cutral Có le bastaron algo más de 4.000 votos para ocupar su puesto.

Es decir que ante la presión que generan los movimientos de trabajadores organizados, la eficiencia de las fábricas bajo control obrero, los estudiantes y los maestros en las calles, las diferentes organizaciones sociales, etc.; el statu quo se las rebusca dentro de un marco legal hecho a su medida, para seguir manteniendo su lugar de poder. Cooptando las luchas de los trabajadores con punteros y emisarios como en Massuh (como está intentándolo con el diario Crítica), con triquiñuelas legales como en Cerámicas Stefani, o con la represión infame como lo hicieron contra los trabajadores de Kraft Food – Terrabusi.

El discurso progresista del gobierno nacional se hace humo ante el conservadurismo de su accionar. Sino, hay que mirar la amenaza de judicialización de la protesta que les cayó encima a los asambleístas de Gualeguaychú, anunciada por el Jefe de Gabinete, el mismo que nos contaba allá por el año 2002 el accionar de las fuerzas de izquierda creando las condiciones que luego llevaron a los “inevitables” asesinatos de Maxi y Darío, bajo el gobierno del hoy desconocido para ellos Eduardo Duhalde. Debemos recordar que el mismo N. Kirchner había denominado a la lucha de los asambleístas entrerrianos como una “causa nacional”. La capacidad de “reacomodamiento coyuntural” del líder del FPV ya no es una novedad: si para cimentar su base popular apostó a la famosa transversalidad, cuando las huestes sojeras hicieron que las papas quemaran, Moyano y el aparato a pleno fueron la salida. Hoy, de cara a 2011, matrimonio igualitario y ley de medios mediante, comienza a hablarse de un nuevo frente progre.

Lo que aparece claro después de todo es que no quieren que las experiencias positivas de control obrero o de sistemas de democracia directa sigan prosperando y se repitan. El poder para los politiquitos no se reparte, se ejerce. Autoritariamente o con velos progresistas, pero nunca, siquiera, democráticamente.

Las preguntas que surgen entonces son: ¿Qué pasará con Mahle? ¿Qué pasará con Cerámicas Stefani? ¿Dejarán que las experiencias positivas de control obrero se desarrollen? ¿Para cuándo la sanción de una ley nacional de expropiación?

¿O a caso van a terminar demostrando sin tapujos que el kirchnerismo es sólo la reestructuración discursiva de la clase dominante ante los trabajadores?

No dan puntada sin hilo

Trabajo esclavo en talleres clandestinos
Por Remolinovencedor

La ropa luce perfecta en la vidriera. Las marcas son un llamado de gratificación para los egos ostentosos. La moda es una reina con cortesanos. Pero tanto en un shopping como en un puesto en la calle, la mercadería oculta la mano que la hizo. Y sin darnos cuenta, en muchas ocasiones, al comprar una prenda de vestir conformamos el eslabón de una cadena de producción y consumo que esconde una de las miserias más despreciables que trajo consigo el capitalismo global: el trabajo esclavo en talleres clandestinos para la confección de indumentaria.

En Argentina hay 200.000 personas a las que se las explota laboralmente bajo condiciones de esclavitud. Son víctimas de la trata de personas y sufren varias vejaciones: se las recluta con engaños, se las mantiene cautivas bajo amenazas, viven hacinados, trabajan en el mismo lugar sin la mínima seguridad laboral y se ven reducidas a la servidumbre. La sociedad y los diferentes gobiernos siguen mirando para otro lado pero, en 2006, un incendio en un taller clandestino ubicado en Luís Viale 1269, en Caballito, acabó con la vida de 6 personas (4 eran menores) y puso esta injusticia a la vista de todos.

Sólo en Capital Federal y el gran Buenos Aires existen más de 4000 talleres clandestinos de confección de ropa. La gran mayoría de las personas empleadas son inmigrantes de países vecinos que son traídos por engaño a trabajar en condiciones infrahumanas. En su gran mayoría bolivianos, se los acerca a un taller con la promesa de un buen empleo, con una buena paga o con la socarronería de aprender el oficio para después poner su propio taller. Les pagan el pasaje para que vengan a este “paraíso prometido” y contraen la obligación de devolver ese dinero con su trabajo. (Igual a la modalidad que se utiliza con mujeres y niños utilizados para la explotación sexual). Este delito se enmarca en lo que la ley denomina tráfico de personas. Así empieza la cadena.

Los trabajadores se trasladan con sus hijos, pero al llegar todo cambia. La realidad es que trabajan más de 14 horas diarias, que la comida escasea y es de mala calidad y que duermen en un cuarto contiguo al taller mientras el otro turno de trabajadores mantiene las maquinas funcionando. A esta rotación se la conoce con el nombre de "cama caliente”. Mientras un turno trabaja, el otro duerme. La ley también tiene un nombre para esto: reducción a la servidumbre. La cadena no para.

La mayoría de los trabajadores no pueden salir de los talleres porque están amenazados por los explotadores. Como son ingresados al país sin documentos, se los extorsiona con denunciarlos en la oficina de inmigraciones. Se los chantajea diciéndoles que deben devolver el dinero de los pasajes o directamente se los reduce con violencia física: hay denuncias de maltrato y violaciones. En el caso de las muertes en el taller de Viale, las personas estaban encerradas, las puertas con llave y no se les abrió para que escapen. Incluso, en otros talleres se han encontrado cámaras de vigilancia. Las víctimas se ven obligadas a correr esta suerte por las necesidades que padecen, por tener el anhelo de trabajar y ganarse un dinero.

Las responsabilidades más graves recaen sobre las primeras marcas nacionales y las grandes empresas de indumentaria internacionales. Entre las marcas internacionales que ya están denunciadas se encuentran: Adidas, Puma, Nike, Le Coq Sportif, Fila, etc. Las nacionales que hacen punta a la hora de explotar son: Kosiuko, Montagne, Lacar, PortSaid, Awada, Akiabara, Normandie, Mimo, Topper, Gabucci, Yagmour, Ona Saez, Duffour, 47 Street, Cheeky, y la lista puede seguir.
Estas firmas tercerizan su producción de ropa a través de talleristas, estos subcontratan a quienes montan los talleres clandestinos y explotan a los trabajadores A estas firmas, para “reducir costos y obtener mayores porcentajes de ganancia”, no les importa esclavizar a las personas. Reducen tanto sus costos que a quienes emplean sólo le dan lo mínimo que necesitan para subsistir y mantener su capacidad productiva. Por ejemplo: de una prenda que en vidriera cuesta $200, el trabajador del taller después de trabajar 14 horas, comer arroz, dormir al lado de la máquina de coser; recibe $1.80. Así se alimenta la cadena.

De esta manera, se implementa en el país una modalidad de trabajo esclavista que existe en todo el mundo. Y ante la globalización de las marcas esclavistas se intenta dar una lucha global contra el trabajo esclavo y la trata de personas.



Se les soltó la cadena

Olga es una ex trabajadora de un taller clandestino al que llegó desde Bolivia con su hijo: “No quiero que esto siga pasando. Nos tenían sin poder salir. Yo no podía atender a mi hijo como debería hacerlo una madre. Me decían que yo no había venido para atender a mi hijo. ¡Viniste a trabajar! ¡Así no vas a ganar nada! Querían que lo bañe con agua fría para que no llorara. La pasamos muy mal”.Olga hoy es miembro de La Alameda ( http://laalameda.wordpress.com/ ).

 La Alameda funciona como una Cooperativa de trabajo y es una iniciativa de la Asamblea 20 de Diciembre. Es una organización que se dedica a denunciar talleres clandestinos y ayuda a los trabajadores otorgándoles la posibilidad de mantener sus puestos de trabajo en la cooperativa textil que montaron con las maquinas confiscadas en los allanamientos realizados.

Gustavo Vera es el titular de La Alameda: “Este es un problema de derechos humanos que debemos abordar los trabajadores desde el punto de vista de la humanidad y desde la clase obrera”. “Nosotros continuamos la lucha de los mártires de Chicago”.

Gabriela es otra ex trabajadora esclavizada y actual miembro de la Asamblea: “Queremos que los consumidores tomen conciencia y que la lucha contra el trabajo esclavo se globalice”.

Gustavo Vera: “Esa unidad internacional es la que nos va a permitir avanzar. Porque si marcas como Nike, Adidas, Puma, nos explotan en el sudeste asiático, nos explotan en centro América, nos explotan en Sudamérica; seriamos bastante tontos los costureros si no nos uniéramos contra esa misma marca que nos está explotando, para que empiece a cumplir las condiciones laborales que corresponden”.

Bajo esta idea internacionalista que se intenta dar a la lucha contra este mal que se expandió allí por donde el capitalismo logró hacer sus peores daños, nació la unión de La Alameda con la Cooperativa Solidaridad de Tailandia, otra organización que busca terminar con la esclavización en el mercado laboral textil en ese país. De esa unión surgió la marca de ropa No Chains.

Gustavo Vera: “En marzo del 2009 estuvimos en Bangkok en un congreso de organizaciones sindicales democráticas y derechos humanos. Nos contactamos con la cooperativa Solidaridad de Tailandia. Ahí empezamos a pergeñar el sueño de hacer una marca que sea libre de trabajo esclavo. Y que más que una marca sea el símbolo de la lucha contra la esclavitud global y que se una a otras luchas. Hay varios compañeros, trabajadores de grandes marcas que se han sumado. No chains es un grito integral y global contra el trabajo esclavo y la trata de personas”.


Semanas atrás cobraron relevancia mediática los allanamientos realizados en 8 talleres clandestinos de Villa Celina. Lamentablemente la prensa se interesó más por los incidentes y los enfrentamientos que por lo que verdaderamente era importante: en uno de esos talleres se rescataron a 14 personas, inmigrantes indocumentados, que trabajaban y vivían bajo condiciones infrahumanas en un sótano, hundidos en la pobreza y con explotación infantil.
Sin sonrojarse, la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria considera que el 50% de los 165 mil trabajadores que emplea la cadena textil trabaja en condiciones de "esclavitud". Generalmente, omite decir que esta suposición la hace sobre un estimado de trabajadores en negro. Según La Alameda el 85% de los trabajadores textiles está en negro. A pesar de que este es un negocio que mueve más de 700 millones de dólares al año.

Mientras tanto, la mayoría de la sociedad mira para otro lado. Y muchos, ante la evidencia de que son los más desprotegidos quienes sufren los maltratos indignantes de este sistema de producción perverso, se obstinan con escarbar dentro de su fachito mas interno y se explayan en disertaciones del tipo: “deben volverse a su país”, “no pagan impuestos”, “traen las miserias”, “son vagos” y una sartenada de elucubraciones por el estilo. Para el Estado, claro, hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, todos ellos bien documentados. Aún más abajo están los indocumentados que no votan. Además, alguien tiene que cobrar las coimas para que estos talleres pasen las observaciones municipales o directamente para que nadie los moleste. Por eso, este problema deja ver parte de lo que construimos como sociedad: la reprobación, la solidaridad, la inclusión y la lucha por un lado y el racismo, la discriminación, la xenofobia, la marginalidad, por otro.

Entre las posibles soluciones y más allá de las luchas que pueden hermanarse como las de La Alameda y Solidaridad de Tailandia, el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh) denuncia el proyecto de reforma de la Ley de Trabajo a Domicilio (la 12.713 de 1941) que promueve la impunidad de los grandes empresarios esclavistas y la precarización del trabajo, y propone su derogación para promulgar una nueva ley. Además, exige la cárcel a los responsables del trabajo esclavo y propone la agilización de la documentación gratuita para todos los trabajadores inmigrantes, un plan de vivienda pública para los inmigrantes, salario mínimo acorde a la canasta familiar, obra social y jubilación. Igualmente, condena toda tercerización y toda modalidad de flexibilización laboral. Esto podría ser la primera palanca para poner freno a la cadena.


La otra Colombianización: el biombo de la guerrilla

Por Alen Delonce

A finales del mes de abril el Congreso de Paraguay puso vigente en cinco departamentos del norte lo que se conoce como “estado de excepción” por 30 días.  A la orden del día con la famosa “ley antiterrorista” –recientemente votada por el parlamento de ese país-,  oficialismo y oposición resolvieron unánimemente a través del Senado dotar a las fuerzas represivas de facultades contrarias al estado de derecho so pretexto de la lucha contra el EPP (Ejercito del pueblo Paraguayo).

Imaginemos por un segundo un país agroexportador con elevado nivel de pobreza en el cual gobierna un presidente de centro izquierda -desfavorecido en el parlamento, amenazado de juicio político por su mismo vicepresidente- que llega al cargo de la mano de una alianza débil prometiendo nada menos que una reforma agraria: Es Paraguay. En este marco situémonos al norte de ese país, en los cinco departamentos donde históricamente se ha concentrado la lucha campesina por la tierra -actual epicentro de la violencia que protagonizan bandas paramilitares, mafias de contrabandistas y narcotraficantes en connivencia con la policía- para hacernos una pregunta casi sencilla: ¿Qué necesitaría Lugo si su necesidad de acentuar el control del estado en la zona comenzara a definir como norte político de su gobierno la antítesis de sus promesas de campaña? La respuesta es casi sencilla también: una buena excusa.
En pocas palabras el Estado de excepción consiste en la reducción casi a cero de toda traba legal que impidiere detener y trasladar a cualquier persona, prohibir reuniones públicas y manifestaciones de cualquier tipo e intervenir en cualquier local público o privado sin la necesidad de una orden del poder judicial. Un “paquete” prácticamente hecho a medida de la delicada relación que mantiene el gobierno con las organizaciones populares en lucha por hacer realidad la promesa de reforma agraria. Es el 3er operativo militar en la región desde noviembre del 2009 y cumplido su plazo los resultados que arrojó no convencen, no pueden convencer, porque 140 detenidos, de los cuales ni uno es del EPP, y 4000 kilos de marihuana incautados difícilmente puedan evidenciar aquella “conmoción interna del estado” que expresa la constitución Paraguaya como requisito necesario para el estado de excepción. Entonces la pregunta obligada: ¿Cual es la razón por la cual 3300 efectivos de la policía y el ejercito no pueden dar con “20 personas que están en el monte”?(1) Pero esta respuesta ya no es tan sencilla.




EL YASY-YATERE ARMADO
El Yasy-Yateré es un duende de la mitología guaraní que merodea a la hora de la siesta y, con un silbido, atrae a los niños que se portan mal para llevárselos al bosque."Yasy-Yateré, se oye pero no se ve", dice el dicho, y la analogía aplicaría al fenómeno del fantasmagórico EPP que por un lado se lo presenta como la razón para militarizar un cuarto de Paraguay, pero que por otro como organización política aun no se le conocen documentos públicos. En las calles cuelgan todavía afiches donde se muestran 25 rostros de supuestos guerrilleros - dos de nacionalidad Colombiana- con la ingeniosa leyenda “EPP, Enemigos del Pueblo Paraguayo”, pero pareciera no ser solo toda la información que las autoridades estarían dispuestas dar, sino toda la que en realidad tienen;  mas allá de que se crea que de esos 25 algunos integrarían la cúpula operativa, mientras que otros serían parte de la “red de apoyo logístico" (una categoría tan amplia que incluye desde dar albergue y comida a los perseguidos, hasta traficar armas) (2).
No se puede hablar de un consenso generalizado al respecto de una injerencia real de la guerrilla dentro de la orbita política paraguaya, es más, ni siquiera de su existencia. Las autoridades sostienen que el EPP es un desprendimiento del partido Patria Libre pero las opiniones son encontradas. Dentro del escaso margen de certidumbre se barajan presupuestos varios: desde que son grupos que secuestran y roban asociados a los contrabandistas y “narco-ganaderos” (3), a que son un ejercito que recibe entrenamiento de las FARC y que tiene en el norte “zonas liberadas”. Algunos analistas no descartan que pudiera tratarse de delincuentes que matizan con argumentos políticos sus delitos y que a nivel organización no superen la decena. Pero la versión oficial, por su parte, a cargo del presidente del congreso, Miguel Carrizosa, no escapa de la que difunden los grandes medios atribuyendo al EPP estatus de guerrilla en actividad y relaciones con la FARC colombianas. No obstante los testimonios que trascienden la frontera  traen esclarecedores aportes. No olvidemos que la seguridad paraguaya se eleva a la categoría de asunto de estado para Brasil, ni tampoco que antes de la asunción de Lugo, Lula había militarizado la frontera. En este contexto llegan las declaraciones del ministro de defensa de Brasil, Nelson Jobin, quien textuales palabras considera que la guerrilla en Paraguay “es una situación exagerada en términos de prensa” (4) y las del asesor de relaciones internacionales de Lula, Marco Aurelio García, que sostiene que: “esto de la guerrilla paraguaya es una pieza de ficción. Una broma” (5).
En las regiones que abarca el estado de excepción (casi un tercio del país) se extienden mayormente las haciendas ganaderas, las grandes plantaciones de soja (que representa el 40% de las explotaciones) y un muy elevado porcentaje de población campesina. El patrullaje de rutas en zona de accesos a las grandes haciendas agrícolas, la requisa y averiguación de antecedentes de todo aquel que las atraviesa son si grandes disuasorias de manifestaciones populares y reclamos colectivos, pero evidentemente no la forma más efectiva de ponerle fin al crimen organizado (y arreglado). A solo dos días de hecha efectiva la disposición, la camioneta en la que viajaba el legislador Paraguayo Robert Acevedo fue interceptada y baleada por sicarios supuestamente relacionados a un cartel de droga, en el dpto. de Juan Pedro Caballero, al noreste de Asunción.
Sin embargo un hecho particular arroja luz sobre lo que se vivió – y podría vivirse en un futuro cercano- en el país. Fue cuando tras la pista de un supuesto miembro del EPP, un grupo de militares tomaron a tiros una comisaría en Hugua Ñandú, Concepción, reduciendo a los policías y teniéndolos varias horas boca abajo a punta de pistola, convencidos de que se trataba de “terroristas”, porque si esta es la suerte que pueden correr policías uniformados que están dentro en una comisaría, podría imaginarse la suerte que correrían manifestantes o activistas sociales por citar un ejemplo.

Desde la cárcel del Buen Pastor, Asunción, una persona ha reivindicado las acciones del Ejército popular como única y autoproclamada portavoz del EPP hasta la fecha, su nombre es Carmen Villalba y esta presa desde 2005. Una vocera con poco margen de maniobra: el que le dejan las rejas y las restricciones penitenciarias. La garantía más genuina que se tiene hasta la fecha de la existencia de dicha organización a la luz de los resultados conseguidos por las fuerzas represivas. Pero Carmen es más que una vocera, su castigo ha cobrado un rol simbólico ya que desenmascara la hipocresía democrática que convierte en “costo político” la vulneración del derecho a la libre expresión que la constitución le garantiza. "Nos pesa tener que restringir el derecho a la libre expresión de una persona, pero preferimos asumir el costo político de esta decisión porque en sus últimas declaraciones ha llamado a sublevarse en las cárceles y a matar a todos los ricos", expresó a BBC Mundo la directora de Institutos Penales, Olga Blanco, ante una solicitud de entrevista con Carmen. (6)
COLOBIANIZACION Y COLOMBIANIZACION
¿Qué se entiende por Colombianizaciòn? Estamos acostumbrados a oír el termino en relación a "esa conjugación infame de guerrilla con narcotráfico"(7), o al accionar “terrorista” de un grupo armado insurgente que demuestra tener vinculación con carteles de la droga. Pero creo que podemos tomar el termino e ir un poco mas allá del linde de los medios masivos para considerar que la desmedida proliferación de bases norteamericanas en América Latina, así como la creciente propensión por las maniobras militares conjuntas, pero sobretodo la indefinida figura jurídica del “enemigo interno” también son parte de esa realidad descarnada que presenta el territorio colombiano.

Si a la hora del “mantenimiento de la paz”, y en vistas del antecedente, nadie es capaz de concebir un “plan Paraguay” -de 1.300 millones de dólares en ayuda militar- no es solo porque la estrategia imperialista encuentra cubiertas en las acciones militares conjuntas -“diseñadas para acaudillar a los ejércitos Latinoamericanos bajo el comando de EE.UU en la represión de la insurgencia interna ”(8)- sus necesidades estratégicas de control, sino porque ese plan ya esta en marcha. Indicio de esto es por ejemplo el flamante “batallón antiterrorista” –que cuenta con armamento que usan las fuerzas especiales Norteamericanas, Colombianas e Israelíes- en actividad desde el pasado 4 de noviembre del 2009. También los 27 oficiales y suboficiales de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Policía (FOPE) entrenados en el marco del denominado “Primer Curso Internacional de Antisecuestro y Antiextorsión”, que se desarrollo el pasado mes de enero, siendo entregadas las menciones por el mismo presidente Lugo. “Estos intercambios y formación se suman a la serie de efectivos que ya fueron formados entre el 2007 y 2009 en Colombia, incluyendo jueces, fiscales, policías y militares, que la oficina de Seguridad Diplomática de la Embajada de EE.UU desarrolla bajo la denominación “Curso Avanzado de Capacitación en Seguridad”(9). Y como si fuera poco, todo esto bajo la comandancia norteamericana por medio del Programa de Asistencia Antiterrorista (ATA) del Departamento de Estado.

Entonces ¿Como se vinculan; en tren de querer darle un sentido, de querer hacer caber las piezas de este complicado y belicoso escenario Paraguayo: la creciente capacitación de cuño imperialista a elementos ejecutivos civiles y castrenses, el estado de excepción, la ley “antiterrorista” y el discurso oficial, con el movimiento campesino en lucha y su ostensible criminalización?


LA REFORMA AGRARIA (no) PUEDE ESPERAR
El pasado 24 de Mayo, a un mes de sancionada la antipopular medida el mismo Lugo anunció en conferencia de prensa que buscaran “la figura legal para que los militares permanezcan de forma permanente en la zona” (10). Y esto no debería sobresaltar a nadie. Menos aún a quien quiera indagar un poco en el pasado reciente para ver –acotadamente- como es el desarrollo de la relación que mantiene el estado paraguayo con las organizaciones campesinas. Esta a las claras que la persecución, la represión y el arresto son algo más que factores comunes.
Paraguay sienta las bases de su economía en el modelo agroexportador, sin embargo presenta una fisonomía sesgada por las contradicciones propias del sistema y esto se ve reflejado en dos grandes indicadores: la distribución del ingreso y el índice de concentración de la tierra. Por un lado Paraguay es el país Latinoamericano con mayor población campesina. Según indica la Encuesta Permanente de Hogares (08-2005), el 42% de la población paraguaya -5.837.253 habitantes- vive en zonas rurales. El mismo indicador señala que el 15,5% de la población de ese país vive en condiciones de pobreza extrema, es decir con ingresos inferiores a la canasta básica, y que son alrededor de 130.000 las familias que no poseen una parcela de tierra cultivable. Por el otro lado, el ultimo censo agropecuario (Dgeec, Dirección general de Encuestas y Censos) señala que el 1% de los propietarios terratenientes concentran el 77% de la tierra cultivable, mientras que el 40% de los pequeños agricultores concentran el 1% de la tierra.)(11). En este contexto, y frente a la tala indiscriminada por el avance devastador de los monocultivos de soja, es que las organizaciones campesinas comenzaron tiempo atrás un plan de lucha que consiste en la ocupación de tierras improductivas,- o sea que no cumplen su función social ni económica- en pos, sin más, de trabajarla para cubrir sus necesidades básicas. La respuesta gubernamental no se hizo esperar, pero fue la esperada. Puede traerse al caso el violento desalojo en el año 2004 efectuado en el departamento de San Pedro –con tasa de pobreza más alta después del dpto. de Caazapà(12)-, que tuvo como saldo 312 detenidos y más de una veintena de heridos. Represión que se extendió también a los actos de solidaridad, como el caso de una marcha de campesinos en le departamento de Caaguazú, en la cual la policía antimotines, dejo como saldo 46 detenidos y doce heridos por balas de goma.(13). Sin mencionar que hasta el año 2004 ya eran mas de 1500 los procesados en causas relacionadas exclusivamente a la protesta social.

Frente a esta realidad, y por todo lo expuesto anteriormente, se puede concluir que el estado de excepción cumplió por lo menos dos funciones estratégicas –sino más- que si bien llevan implícitas la existencia de un “enemigo interno”, nada tuvieron que ver con la presencia de una guerrilla. Una de ellas fue llevarle tranquilidad a los sectores más concentrados –los que defiende- frente a un aumento del crimen organizado y la otra ensayar una nueva forma, una mas democrática, de sacar los tanques a la calle ante el escenario externo de crisis profunda que a corto plazo podría representar una amenaza fehaciente no solo para el gobierno de Lugo, sino también para sus capitalistas. Espiral que comienza con la caída de precios de sus principales comodities por la merma de la demanda internacional, resultando en una marcada reducción de ingresos fiscales, que lleva automáticamente a la restricción del crédito de las entidades financieras internacionales –por aumento de exigencias- que se traduce sin más en mayor recorte del gasto social. Esta es la antesala de la inminente repercusión que la crisis económica mundial manifestara en forma de cadena negativa de alto impacto en la economía primaria paraguaya, propiciando el escenario más temido para los explotadores, el de un nuevo levantamiento popular.


Notas

(1)-Juan Martens, abogado de CODEHUPY (Coordinadora de Derechos Humanos Paraguay) .
(2)- BBC MUNDO, 17 de Mayo 2010.
(3)- Monseñor Melanio Medina, obispo de Misiones y Ñeembucú, el religioso más cercano al presidente Lugo.Periodico Ea, Asunsion, 30 – 05- 10.
(4)- (efe, 05-06-2010)
(5)- Idem anterior.
(6)- EFE, rio de Janeiro, 7 de mayo 2010, (Jose Sarney, ex presidente Brasileño, actual presidente del congreso).
(7)- http://www.eurosur.org/rebelion/petras/eeuuimp050501.htm.
(8)- QUESTIONDIGITAL.COM, 12 de mayo 2010.
(9)-WWW.BBC.CO.UK/mundo/america_latina/2010/05/100524_paraguay_fin_estado_excepcion_pl.shtml
(10)- CRISIS Y POBREZA RURAL EN AMERICA LATINA:EL CASO PARAGUAY. Documento de Trabajo N° 48 Programa Dinámicas Territoriales Rurales Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural
(11)- Idem ant.
(12)- Idem ant.
(13)- La Nacion, 5 de Diciembre, 2004

Flores rojas sobre la tumba de Daniel Bensaïd

Por Yo el supremo

Propondría entonces, a modo de ejercicio, cinco teoremas de la resistencia a las ideas en boga cuya forma subraya deliberadamente el necesario trabajo por la negativa.

1. El imperialismo no se disuelve en la mundialización mercantil.
2. El comunismo no se disuelve en la caída del stalinismo.
3. La lucha de clases no se disuelve en a las identidades comunitarias.
4. La diferencia conflictiva no se disuelve en la diversidad ambivalente.
5. La política no se disuelve en la ética ni en la estética.
Frente a postulados indemostrables que requieren la aprobación del interlocutor, o de axiomas que apelan a la fuerza de la evidencia, los teoremas son proposiciones demostrables. Los escolios subrayan ciertas consecuencias de las mismas.

Teoremas de la Resistencia a los tiempos que corren


Desde hace algunos años, luego de un período muy triste de rupturas que precipitaron en la izquierda revolucionaria argentina una nueva diáspora, -continuación de aquella exorbitante que empezó con el estallido del MAS en 1992-, me puse a investigar sobre el fenómeno de la construcción de una nueva subjetividad revolucionaria, apelando a un método “dogmáticamente abierto”[1], problematizándome la teoría de la ideología en Marx y en todos nuestros clásicos. Fue obviamente en ese afán que surgió el encuentro con la obra de Daniel Bensaïd[2], llamándome soberanamente la atención el hecho de que, mientras más discrepaba con muchos de sus postulados político-organizativos más me fascinaban sus búsquedas a contrapelo en el archium de nuestra tradición, sus juegos de analogía e hibridación (¡un trosko ludens por antonomasia!), su ética y estética de intelectual que es en un mismo modo orgánico y herético a la vez. Y es que, como lo asevera magníficamente su camarada y amigo Michael Löwy en su sentida necrológica, “entre todas las contribuciones de Daniel Bensaïd para la renovación del marxismo, la más importante fue (…) su ruptura radical con el cientificismo, el positivismo y el determinismo que impregnó profundamente al marxismo ortodoxo” (Löwy 2010: 143)
Lo primero que leí de Bensaïd fue el que muchos consideran su libro cumbre, Marx intempestivo. Un libro que para mí tiene la prepotencia suave que tienen todos los libros mayores. En él, con un tono coloquial y seguro, nos presenta ese marxismo rebelde, juvenil, irreverente, atacando y desmontando tres interpretaciones muy extendidas de Marx: 1) La de un Marx supuestamente preso de una filosofía de la Historia teleológica, según la cual todo conduciría de una u otra manera al Comunismo; 2) La de un Marx supuestamente preso de una concepción simplista de las clases sociales y de la explotación; 3) La de un Marx supuestamente preso del positivismo científico, las ilusiones en el progreso y el productivismo.
Me impactó, ratifico, su estilo deliberativo, la proliferación de citas conque el autor dejaba “hablar” a Marx para que nosotros podamos “escuchar” lo que en su época (y a lo largo del siglo XX) fue “un trueno inaudible”. Operatoria con la cual se cuelan las pretensiones del propio Bensaïd, desde ya, que colige que “no es sensata la esperanza de volver a un Marx "puro", (debido a) las mil y una lecturas e interpretaciones que alentó, inspiró o posibilitó, (a las) prácticas políticas referenciadas para bien y para mal con su obra”. Como si su crítica no adquiriese alcances y connotaciones nuevas con la extensión del fetichismo de la mercancía y la dictadura del capital a todos los rincones del planeta, asevera él, alentando un poco, en la exageración, la fogata del relativismo postmoderno. Y más que nada porque lo que Marx legó fue sobre todo un lenguaje, una propuesta, un proyecto y un combate en desarrollo. Ergo: una vía estratégica. Una empresa crítica basada en la hipótesis de la caducidad del capitalismo y la posibilidad de la revolución: hipótesis estratégica que es necesaria para un conocer que es indisociable de transformar. Conocimiento que requiere, a su vez, sumersiones y emersiones permanentes en la tradición. Dice Bensaïd en los “Teoremas…”:

En el transcurso de la última década (desde la desintegración de la Unión Soviética y la unificación alemana), algo se terminó. Pero ¿qué? ¿El "siglo corto" del que hablan los historiadores, iniciado con la Primera Guerra Mundial y terminado con la caída del Muro de Berlín? ¿El corto período que siguió a la Segunda Guerra Mundial, marcado por la bipolaridad de la Guerra Fría e ilustrado, en los centros imperialistas, por la acumulación y la regulación fordista? ¿O también un gran ciclo dentro de la historia del capitalismo y del movimiento obrero, abierto con el desarrollo capitalista de los años 1880, la expansión colonial, y el surgimiento del movimiento obrero moderno simbolizado por la formación de la IIª Internacional?
Los grandes enunciados estratégicos de los que aún somos hacedores datan en gran parte de este período de formación, anterior a la Primera Guerra Mundial: se trata del análisis del imperialismo (Hilferding, Bauer, Rosa Luxemburgo, Lenin, Parvus, Trotsky, Bujarin), de la cuestión nacional (Rosa Luxemburgo de nuevo, Lenin, Bauer, Ber Borokov, Pannekoek, Strasser), de las relaciones partidos-sindicatos y del parlamentarismo (Rosa Luxemburgo, Sorel, Jaurés, Nieuwenhuis, Lenin), de la estrategia y los caminos del poder (Bernstein, Kautsky, Rosa Luxemburgo, Lenin, Trotsky). Estas controversias son tan constitutivas de nuestra historia como las de la dinámica conflictiva entre revolución y contrarrevolución inaugurada por la Guerra Mundial y la Revolución Rusa. (Bensaïd 2001, http://www.vientosur.info/articulosweb/noticia/index.php?x=307 )

Entonces ¿Qué es este collage de citas como nuevo método de exposición? Nada más ni nada menos que intertextualidad literaria… ¡la que fluye por diagonales y paralelas evocando e invocando! El autor avisa desde el comienzo que eligió leer a Marx con la ayuda de otros dos agudos lectores como lo fueron Antonio Gramsci y Walter Benjamin. Su estilo de análisis, de resultas, es muy narrativo y en esto gana la atención del lector. Sus comentarios son debidamente acompañados de un colchón de citas que trabajan de resguardo. Con ello, sus aseveraciones más riesgosas no hacen intemperie jamás. Y a veces, mas que iluminadoras son, debemos decirlo, sobremanera efectistas. Lo cual hace que su empuje sea novedoso pero también oportunista.
No es que juzgue que bajo el pretexto de “superar” la herencia stalinista, niega de hecho el marxismo y a la estrategia de la revolución socialista, como piensan algunos trotskistas dogmáticos. Lo que creo es que en la misma elección de esos guías “heréticos”, Bensaïd descarta otros, que por sus contrastes hubieran sido tan o más interesantes y fructíferos. Su rechazo por los topói clásicos del marxismo, como la contradicción entre fuerzas y relaciones de producción, son caprichosos. Mi lectura de Antonio Labriola, contemporánea a la de su libro, me llevó con el mismo impulso a recrear y revalorizar los postulados “básicos” del marxismo sin dejarme por ello “fascinar” por los trucos literarios y los “toques de efecto” del ultraizquierdismo pequeño burgués. Efectos que por otra parte, hubieran podido ser más contundentes puestos al trasluz contrapuntístico de un pensamiento como el de este otro gran intelectual italiano. Dice éste, en su libro Del materialismo histórico que la filosofía de la praxis es el meollo del materialismo histórico porque es “la filosofía inmanente a las cosas de que se filosofa”, teoría solidaria con el trabajo que las transforma, “trabajo que es un conocer obrando”, idea vinculada a una cosa mas allá del idealismo clásico y el materialismo. Habría que ver cuanto de lo mejor de Gramsci hay en este antecesor suyo sin aprovechamiento y cuanto de gramscianismo berreta abunda en los críticos marxistas “académicos” de la actualidad.

Como corolario para su obra, desde la perspectiva ramplona de un lector no avezado puedo decir que aún considerando que ella desovilla problemas decisivos de la dialéctica de manera idealista, sirve de impulso y bandera para quienes necesitamos desterrar el determinismo economicista del materialismo dialéctico, la filosofía de la praxis. Con Daniel Bensaïd se ha ido, no sólo un marxista heterodoxo, sino un gran artista y un delicado intelectual camorrista de nuestra clase. Un poeta en prosa de tono irreverente que gustaba derribar los muros del discurso cientificista y elaborar textos científicos enhebrando metáforas preciosistas como las que pronuncia en “Teoremas de la resistencia a los tiempos que corren”, donde teoremas, corolarios y escolios sirven para erigir una “verdad” (en el sentido leninista) en donde convergen las fuerzas armadas conjuntas de la poesía y la ciencia política.

Muchas veces, aunque veteranos en la lucha contra “esa tradición de generaciones muertas que oprimen como pesadilla la cabeza de los vivos”, hemos sido consuelo de esa carroña, su preciado festín, cediendo a los impulsos de dogmática autocensura. Por eso es tan necesaria la obra de los que mixturan los caminos cerrados y ensalzan los íconos de la memoria revolucionaria, sea cuales sean sus tradiciones. Desde Marx y Engels, pasando por Trotsky y Lenin hasta Martí, Mariátegui, el che Guevara, Gunder Frank o Nahuel Moreno, pero también desde Babel, Meyerhold y Brecht, hasta Barrett, Graciliano Ramos, el Pepe Revueltas y Perlongher, desde, digamos, los muralistas mejicanos (sin Siqueiros) o los antropófagos brasileros hasta Guayasamín, Livio Abramo, León Ferrari y tantos otros. Que el marxismo, en modo alguno, nos impela renunciar a lo mágico, a ese estado trascendente de la vida del que hace referencia José María Arguedas en su grito agónico Yo no soy un aculturado. ¡Flores rojas arrojamos sobre su tumba, compañero Bensaïd! Y con el puño izquierdo en alto apretamos un sueño anhelante que también fue el suyo.



Notas:
[1] Así define este pensador su método en su artículo “Teoremas de la resistencia a los tiempos que corren”, Viento Sur, http://www.vientosur.info/
[2] Intelectual y  militante político francés nacido en Toulouse en 1946 y muerto recientemente (enero de 2010) en París. Cursó estudios en la Escuela Normal Superior; fue profesor de filosofía en la Universidad de París VIII - Saint Denis y director de la revista ContreTemps. Expulsado del Partido Comunista de Francia en 1966, tuvo como dirigente de las Juventudes Comunistas Revolucionarias destacada participación en las luchas de Mayo del 68. Miembro de la dirección de la Liga Comunista Revolucionaria de Francia desde su fundación y de la dirección de la Cuarta Internacional desde 1969. Además de Marx Intempestivo, publicó diversos estudios sobre Marx y los marxismos que no han sido traducidos al castellano, entre los que cabe mencionar: Le sourire du Spectre (1999), Marx et les huiéroglyphes de la modernité (2000), Le Nouvel Internationalisme (2003), Un monde à changer (2003), Les Irréductibles: théorèmes de la résistance à l'air du temps (2000), así como también un breve trabajo sobre Les trotskysmes (2002). Y en un registro más filosófico Le Pari mélancolique (1997), Qui est le juge (1999) y Résistances (2001).

Bibliografía:


Bensaïd, Daniel: Marx Intempestivo. Grandezas y miserias de una aventura crítica. Ediciones Herramienta, Buenos Aires, 2003.
------------------- “Teoremas de la resistencia a los tiempos que corren”, en Viento Sur, http://www.vientosur.info/articulosweb/noticia/index.php?x=307
Labriola, Antonio: Del materialismo histórico. Editorial Intermundo, Buenos Aires, s / f.
Lowy, Michael: “Daniel Bensaïd, comunista herético”, Viento Sur, http://www.vientosur.info/ o en Herramienta. Revista de debate y critica marxista, nº 43, Buenos Aires, Marzo de 2010. Traducción de Andrés Lund Medina
------------------ Walter Benjamin. Aviso de incendio. Una lectura de las tesis “Sobre el concepto de historia”. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2002. Traducción de Horacio Pons.
----------------- y Daniel Bensaïd: “August Blanqui, communiste hérétique”, en ESSF, http:// www.europe-solidaire.org/spip.php?article1269
 

jueves, abril 01, 2010

Número 15



Editorial:
¿Querés que te cuente el cuento de la buena deuda?
Andrés Rivera, El bicentenario y las ficciones de la historia.
Por Sebastián Duarte
Caracas: la realidad en disputa.
Por El Sancho Peuchele
La noticia sin titular
Por Remolinovencedor
Los dos extremos de la revolución francesa.
Por Carla Beter
La inseguridad silenciada
Por Héroe de nadie
Guido Rodríguez – Alcalá, el escritor a cuerda o paradigma del buen letrado
Por Yo el Supremo
¿La deuda externa? El verso desde el préstamo de la Baring hasta hoy
Por Yon Lenin

sábado, enero 02, 2010

Número 14


Editorial:
Lo que nos dejó Terrabusi
Macri y su bella ciudd privada
Por Héroe de nadie
FaSinPat, La punta de flecha del movimiento obrero
Por Carla Better
El vértigo de la palabra
Por Remolinovencedor
La búsqueda de la juventud perdida o El origen de la tristeza
Por Sebastián Duarte
Y dónde están ahora. Lo que el hipismo se llevó.
Yon Lenin
Todesfuge, la poesía de celan
Por Yo el Supremo

viernes, enero 01, 2010

FaSinPat

La punta de flecha del movimiento obrero
Por Carla Better

El día se dividía, como suele suceder en este limbo climático de septiembre entre una tarde soleada y agradable y un anochecer que se iba volviendo algo hostil. Cuando llegamos, el viento ya era importante en la localidad de Centenario en la ciudad de Neuquén. Lo primero que nos recibió fue el cartel de la fábrica, que es toda una sentencia: CERÁMICA FASINPAT, y debajo para cualquier distraído explicaba: Fábrica Sin Patrones. El nombre no es arbitrario; al contrario, lo que parece una promesa de cielo obrero, el sueño de no tener patrón, mantiene una estrecha relación con su referencia. Estamos efectivamente ante una fábrica sin patrones y el cambio de nombre simboliza el cambio de propiedad. La tradicional empresa rubricaba en su anterior denominación la carga de la propiedad, y de la propiedad familiar, que aúna en el apellido Zanón la herencia de la posesión de los medios de producción como parte de uno de esos árboles genealógicos que parecen a veces eternos en la oligarquía patriarcal argentina. El verticalismo de esta jerarquía se vivía día a día; la patronal imponía ritmos de trabajo sumamente exhaustivos que fueron causa de los accidentes mortales durante el régimen de la familia de Luis Zanón. Pero en este caso, al menos en este, el linaje empresarial no siguió redituando al familiar. La crisis que se fue gestando durante 10 años de neoliberalismo y que estalló el 19 y 20 de diciembre, fue el escenario que determinó el cambio de dueño y de destino de la fábrica. En octubre de 2001 sus entonces dueños deciden el cierre de Zanón adeudando meses de salario a los obreros. Ante la desesperación de la deuda, la impotencia de la huida de la gerencia que no quiso hacerse cargo del conflicto y el gobierno que permanecía autista, casi fue obligada la decisión: los obreros comenzaron a producir. Así llegó la toma y, a partir de 2004, la Cooperativa, única alternativa que se les presentaba posible en el horizonte legal.


En agosto pasado, salió la noticia de la expropiación de los bienes a Luis Zanón para que pasen a manos de la Cooperativa FaSinPat. La noticia, desde ya, fue recibida con alegría, pero los obreros de Zanón son medidos en este festejo. Saben que la expropiación de por sí es una medida incompleta y así nos lo hacen saber en la visita que realizamos al predio. Una especie de excursión escolar que consistía en una de esas visitas guiadas que los obreros de la ex Zanón ofrecen a los niños de las escuelas neuquinas. En este caso, jóvenes venidos de Buenos Aires, pero para el caso es casi lo mismo. Decía entonces que, cargada con la feliz noticia de la expropiación, una vez allí, entiendo los límites de la medida. La expropiación, nos dicen los obreros, debe completarse con la estatización bajo control obrero. Por el momento, el Estado que aprobó la medida expropiatoria (y que no lo hizo de acuerdo con el proyecto de FaSinPat que incluía el no pago a los acreedores), sigue actuando con un autismo que no es más que la careta bajo la cual esconde las alianzas del poder. La categoría de cooperativa cataloga a FaSinPat, bajo los ojos estatales, como una entidad privada más, por lo tanto, le son negados los subsidios que sí les otorgan a otras empresas bajo los acostumbrados manejes prebendarios, de modo que la fábrica funciona al cien por cien bajo gestión obrera. Además de estos desniveles en la órbita neuquina, la crisis internacional también se ha hecho sentir en el presente de Zanón. Al respecto, uno de los obreros, Sergio, nos comentaba lo siguiente: “En lo productivo, el impacto de la crisis económica nos afecta a nosotros. No hay dinero, no hay construcción; no hay construcción, no hay necesidad de cerámicos. Pero a la vez, por la necesidad de materia prima, la necesidad de dinero es constante. El Estado no está actuando correctamente. Mientras a otras empresas les da subsidios millonarios, acá mismo a 40 km, a nosotros no nos da importancia, no nos tiene en cuenta. El día a día para nosotros es valioso porque no tenemos un capital ganado, acumulado, como una propiedad grande, privada”.

La estrategia básica de Zanón, desde la toma hasta hoy, sigue la misma orientación; ésta es la de la alianza con la comunidad. La lucha de los obreros de la ceramista se une a la de los docentes (estuvieron en la represión que mató a Fuentealba) y a los obreros de otras fábricas, incluso a nivel nacional, en el que se solidarizaron e involucraron con los obreros de Terrabusi y Mahle: “el esfuerzo tiene que ser el mismo, no cerrarnos en nuestro conflicto, abrirnos a los otros conflictos y poder aunar criterios con el resto de la comunidad. En ese sentido, yo creo que una cosa que es fundamental en la multisectorial es armar un movimiento de empresas recuperadas y una movida política fuerte”.

En cuanto a lo local, es parte fundamental de esa articulación con la comunidad, la función social de la empresa como fuente de trabajo. Cuando la fábrica iba a cerrarse, contaba con 250 obreros, ahora tras casi una década de control obrero, cuenta con más de 450. Los cuales han sabido integrarse, con mucho esfuerzo desde ya, a un sistema sin patrón, en el que las decisiones se toman en asamblea. En FaSinPat, la estructura estipula coordinadores por sector, los cuales se reúnen una vez por semana y en estas reuniones presentan las problemáticas que surgen o les llevan los obreros de su área. Las decisiones más importantes se toman en la asamblea que se reúne una vez por mes y a la que asisten todos los obreros. Es por esta misma organización que el carácter de cooperativa se les presenta como una forma encorsetada y restrictiva, a la que aplican sólo porque, en el estrecho horizonte legal, no se les presentaron otras alternativas para legalizar su funcionamiento y, por ejemplo, comprar materia prima, que -sin embargo- muchos proveedores se negaron a vender siguiendo un criterio de solidaridad capitalista (si se me permite el oxímoron). La cooperativa supone una estructura jerárquica en estamentos diferenciados que no se condice con el funcionamiento asambleario de FaSinPat. Es entonces una necesidad de transición ante lo que sí es la solución de fondo, la estatización bajo control obrero.


En cuanto al mercado, hoy FaSinPat, como marca, se posiciona no sólo de acuerdo a sus niveles productivos y de calidad, sino también al compromiso político que implica. Ante la negativa de los proveedores de venderles materia prima, la fábrica innovó proveedores alternativos y lo hizo siempre de acuerdo a su lineamiento de buscar una estrategia conjunta con la comunidad. Fue así que empezaron a comprar cerámica de la comunidad Mapuche y sacaron una nueva línea de productos. Pero además, FaSinPat cuenta con la posibilidad de exportar. No en grandes proporciones, pero sí han podido ubicar su producción de porcellanato en el mercado chileno. En este sentido, el éxito de la lucha depende de la articulación de las dos aristas, la productiva y la política.


Entre lo mucho que nos deja la experiencia de Zanón está la demostración de que la fábrica –toda fábrica- no es de los patrones; ante el vaciamiento, el cierre y la huida como medidas de la patronal, todavía queda el “capital” más importante, que es –paradójicamente- la fuerza de trabajo, la capacidad de producir. Una fábrica funciona por sus obreros, y detrás de cada una está latente el sueño de la Fábrica Sin Patrones, porque no es una fantasía, sino la realidad de su funcionamiento cotidiano.

Cierro con las palabras que nos dejó Sergio, nuestro guía en la excursión escolar a los hornos del sur: “No sé si es un ejemplo o seremos como punta de flecha del movimiento obrero argentino. En realidad, Zanón es una más de las empresas recuperadas. No sé si hay mucha diferencia entre muchos compañeros, a nivel nacional, que están en la misma posición. Pero sí esta idea de poder proyectar nuestro futuro, de poder decir que somos todos parte de una misma clase, que somos iguales, y apoyar a todo tipo de conflicto que haya, de poder aunar criterios y poder llevar adelante un conjunto de ideas. Pero si vos me preguntas si es un ejemplo, creo que es una más”.